31 julio 2016

Rivera, un trepa de nuevo cuño y de vieja cama

Todo por España. Es el hombre del futuro, Él se sacrifica y hará todo por su país. Ha venido a la política, a salvar a su Ejpaña. ¡Que dios nos coja confesados! También a los ateos.

Rivera es un simple trepa. Listo y refinado como lo son también algunos personajes de la derechona, pero con un hedor a viejo, de mucho cuidado.

Este tipo se alistó en el ejército del PP cuando nos habían metido en la guerra de Irak, allá por 2003, mientras muchos peperos se avergonzaban de esta decisión de José María Aznar, y el 90% de los españoles la rechazaban, lo que dice mucho del personaje.

Más tarde animado por la ultraderecha, con la que compartió mesa en Intereconomía con compañeros como Pío Moa, Vidal Quadras o Eduardo Serrano, entre otras joyas, se forjó en las más puras esencias de la ultraderecha, creando el partido “Ciudadanos”.

En las elecciones europeas de 2009 aceptó formar una candidatura conjunta con Libertas, partido de extrema derecha, y compartió cartel con Eduardo Tamayo (el del tamayazo de Espe Aguirre) y con Miguel Durán, otro que tal baila.


Ciudadanos se ha ido configurando con fichajes, bien del mundo de la farándula como Felisuco o Tony Cantó, con ex políticos del PP, con franquistas (Girauta, su número uno en Cataluña defiende que la guerra civil española fue culpa de la II República) y personajes de distinto pelaje, eso sí, todos unidos por una misma obsesión: Ejpaña, la unidad de Ejpaña y la lucha contra la verdadera izquierda.

C’s se aprovechó de la brecha que abrió Podemos y se instaló con los votantes de derecha descontentos con el PP. Pero, en el fondo no es sino un apéndice que le sirvirá a los peperos para hacerles más fiables cuando pacten, que pactarán.

Sus altibajos y sus mentiras, en su corto recorrido, han sido enormes. Primero dijeron que no querían saber nada con el PP. Después dijeron que el PP debería cambiar a Rajoy. Luego dijeron que aunque no le cambiaran, por Ejpaña –siempre por Ejpaña— , se sacrificarían y se abstendrían. Ahora pretenden entrar en un gobierno tripartito. ¿Qué vendrá luego…?

Desde que se presenta a todo el Estado no ha soltado nada más que ocurrencias graves. Recordamos aquella de diciembre donde ponían a la misma altura al hombre y a la mujer en la violencia de género. Ahora dice que el rey tiene que convencer a Sánchez para que se abstenga, olvidando que el rey es una figura protocolaria sin incidencia política y demostrando su ignorancia sobre la Constitución, esa que tanto halaga.

La última ha sido pedir un gobierno de coalición: PP, PSOE y C’s. El caso es colocarse, aunque sea disimulando. Rivera no piensa sino en ser vicepresidente segundo o como mínimo ministro. Y si no sale esta coalición pide que los demás partidos hagan lo que pretenden hacer ellos en segunda convocatoria, abstenerse, provocando una abstención generalizada. O sea un grupo de 32 diputados pretende que todos los demás le sigan para conseguir su objetivo: coronar a Rajoy.

Por mucho que diga que no le interesan los cargos, los hechos le quitan la razón. Ahí está la formación de la mesa del Congreso, donde se han vendido –ellos dirán que no— y al final votarán a Rajoy, a cambio de dos miembros cuando no les correspondía ninguno. Esto es lo que se llama no estar interesado en sillones.

Por cierto, este señor que tanto habló de Venezuela durante la campaña electoral, a donde se dirigió para aplaudir a la oposición y hacerse la foto, desde entonces no ha vuelto a decir ni pío, como si este país hubiera salido de la crisis y no tuviera problemas.

¡Ojo al parche! Este tipejo puede hacer cualquier cosa, eso sí, todo bajo un odio atroz a Unidos Podemos, con el que está obsesionado y con su particular patriotismo de cartón piedra.

Yo lo tengo claro. Ciudadanos, con Rivera al frente, votará al final sí a Rajoy y además hará todo lo posible por convencer al PSOE para que se abstenga. Todo por sillones ministeriales y si no al tiempo.

Salvo que el PSOE sea capaz de resistir, la suerte está echada. Y si los socialistas aguantan el tipo no queda otra que intentar formar gobierno desde la izquierda o si falla, elecciones generales por tercera vez.

De nuevo cuño tiene la imagen, pero nada más. Actúa al más viejo estilo. Lo tienen clarinete, han venido a la política para colocarse y, con permiso del PP y del PSOE lo pueden conseguir. ¡Al tiempo!

Salud y Republica

2 comentarios:

Genín dijo...

Que quieres?
Es un político, que vas a esperar...
Salud

A dijo...

Bufff¡, así nos va. Si creemos que todos los políticos son iguales, es que los que son unos sinverguenzas (que los hay, y muchos pero no todos)están consiguiendo su objetivos y van a lograr que pasemos de la política .

"Haga como yo y no se meta en política" (F.Franco)