23 junio 2009

Los indígenas ganan la primera batalla

Ante la presión que han protagonizado los indígenas, con sus manifestaciones y movilizaciones en defensa de su tierra, el presidente peruano, Alán García ha derogado dos de los siete decretos con los que había declarado la guerra a los aborígenes.

Para darse cuenta del alcance de los decretos --aprobados sin pasar por el parlamento-- basta saber que los dos retirados trataban, uno, de evitar el requisito de acuerdo previo con los moradores de las tierras que se pretendían incautar y el otro, permitía vender a multinacionales ni más ni menos que el 65% de los bosques de El Perú, o sea una minucia.

Los líderes indígenas han parado la movilización a la espera de que el gobierno siga derogando los otros decretos que les atañen, entre ellos uno que habla de la privatización del agua o los otros sobre la explotación de materias primas. Sin embargo, han avisado de que no se echarán atrás, que esto es un paréntesis, hasta que los siete decretos estén invalidados. De no ser así, volverán a la lucha, puesto que sigue en peligro su propia existencia como pueblo. 

La movilización indígena llevó al gobierno de Alán García a culpabilizar y perseguir a Alberto Pizango de las revueltas, (donde murieron policías e indígenas), que tuvo que exilarse en Nicaragua, donde sigue con una orden de detención del gobierno peruano por instigación a la rebelión. Curioso que a quien representa a un pueblo que durante siglos ha vivido allí, se le acuse de rebelión por defDaisy Zapataender sus tierras. Mientras, las riendas de la revuelta en Perú las ha tomado Daisy Zapata, vicepresidenta de AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana), y aquí en Diagonal, en una excelente entrevista, cuenta su visión de los hechos.

Desde Kabila, queremos solidarizarnos con esta Asociación y unirnos a proclamar las justas reivindicaciones de AIDESEP. No es posible que en aras de una acuerdo que permite a Alán García aplicar el Tratado de Libre Comercio con USA se declare una guerra donde se enfrenta al ejército y la policía con los aborígenes y se entrega a las multinacionales las tierras amazónicas donde habitan, desde hace cientos de años. Y sigamos atentos, aunque se ha ganado una batalla, todavía la guerra no ha terminado.

Salud y República

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero tienen perdidala guerra. Es triste, pero es así. El rodillo de esta civilización les pasará por encima. Siempre a sido así. No nos conformamos con un poco, lo queremos todo. Espero de corazón equivocarme.
El Canuit

Gemma dijo...

Cuánto me alegro por ellos. Ojalá consigan amedrentar al gobierno De A. García hasta que se les haga verdadera justicia y respete como merecen.

Abrazos

fritus dijo...

A medida que iba leyendo el post me iba invadiendo la convicción de que el Canuit tiene razón...que han ganado una batalla pero que tienen perdida la guerra. Poco a poco nos vamos cargando las masas forestales del planeta igual que los fumadores empedernidos van( vamos) jodiendose sus propios pulmones...pero de esto no nos salvará ninguna clínica privada...el genero humano, quizas ya la próxima generación, aprenderá con dolor la lección básica de que los humanos pertenecemos a la Tierra, y no a la inversa.

Yo también espero de corazón equivocarme, pero millones de coches y de aires acondicionados a tope...y muchas otras cosas cuya lista sería interminable me convencen de que no me equivoco.
un abrazo

Ciberculturalia dijo...

Me alegra mucho que por lo menos el primer embite lo hayan ganado los indígenas. Pena es que sea a un coste alto y que aún les quede mucho por conseguir. Es increible su fuerza, su tesón y como están dispuestos a todo para defender lo que indudablemente es de ellos. Su tierra.
A veces, cuando miramos un poco más allá de nuestra historia te das cuenta lo durísima que es la vida para mucha gente, verdad?
Un beso