01 marzo 2007

Botellazo a Juan de Ramos

Tenia que suceder. Se veía venir. Estos magnates del fútbol que se llenan la boca de mierda y que la expulsan al hablar del contrario. Esos hinchas a los que no les gusta el fútbol sino la bronca (a los que los clubes cuidan y ayudan). Esos futbolistas que dan caña porque se lo pide el cuerpo y sus aficionados. Esa Federación que pasa olímpicamente de estos temas para hacer la política de los poderosos que la mantienen. Esos comentaristas que siempre hacen gala de que el fútbol es un deporte fuerte y de hombres y que hay que parar al contrario como sea.

En fin, todo eso y más ayuda a que haya violencia en el fútbol. Menuda semanita de insultos y agravios, entre los dos clubes sevillanos, patronizados por sus máximos mandatarios: Lopera (hombre de misa diaria y ferviente adorador de su Jesús del Gran Poder) y Del Nido (magnate megalómano que cree haber entrado en el club de los iluminados). Esos incentivos son justo lo que quieren los otros descerebrados que van a los campos de fútbol a desahogarse contra quien sea.


Si no se ataja con medidas contundentes no hay nada que hacer, terminaremos como Italia hace bien poco o como Inglaterra hace años. Mal, muy mal y con muertos. Ojalá que me equivoque.

Como la Federación sólo pondrá un parche, el gobierno debe intervenir y legislar medidas que acaben con los ultras pero también que termine con estos presidentuchos irresponsables que promocionan la violencia contra los demás.


Salud y República

5 comentarios:

animalpolítico dijo...

Sí, la culpa de los dirigentes por el espectáculo lamentable y absurdo de los últimos días tendría que traducirse en algún tipo de sanción ejemplar. Aunque después de lo del cochinillo en el Camp Nou no parece fácil cerrar un estadio. La justicia deportiva funciona fatal. Ojalá no tengamos que recomponer todo por obligación ante un hipotético empeoramiento general de la situación. Hay que reformar seriamente todo el sistema YA.

Daniel Isaac dijo...

Duras imágenes sí...pero ni el propio Juan de Ramos se libra de "animar el cotarro" buscando la polémica en vez de apaciguar a los suyos.
Por dios que se me entienda: Ni Juan de ni nadie merece esto diga lo que diga; sólo que tampoco ha ayudado el propio damnificado.

Yo, me quedo con la imagen de Rijkaard y Víctor Fernández( mis dos entrenadores favoritos, futbolísticamente hablando ) que después de un lance del partido y discutir acaloradamente, se dan la vuelta y se dan la mano.
Quiero decir con esto que queda alguna esperanza en las nuevas generaciones de técnicos y presidentes...Pero se tiene que hacer más, mucho más..

Saludos

Scout Finch dijo...

El fútbol está cada día peor. Ya no es un deporte, es un espectáculo violento, animado por entrenadores, aficionados y clubes. Se olvida que el objetivo último de un deporte es que, tanto aficionados como jugadores disfruten, no que se tiren botellas o monedas o sillas o las miles de cosas que pasan todas las semanas en los campos de fútbol de todo el mundo.

¡Qué penoso y qué mal ejemplo! Y luego nos quejamos de que los niños de ahora no respetan nada...

Sònia... no tan fiera... dijo...

El problema es que la sanción, sea la que sea, se la llevará sólo un club (y no deigo que no sea de justicia, la verdad), cuando los dos han estado incitando al odio durante estas últimas semanas...

En fin, ve a saber hasta dónde llegará la cosa!

Besos!

Daniel Isaac dijo...

Rafa, gracias por la recomendación...Maravillosa y conmovedora...

Gracias.


Que sueñen todos cosas hermosas.