01 febrero 2007

Quo vadis, Italia

¿Dónde está ese país que era Italia en los años setenta? ¿Qué ha quedado de ese ejemplo de país democrático que era en esa época?

A N T E S:

Hubo durante treinta años el partido comunista democrático más importante de occidente.
Su “Renta per Capita” llegó a superar la del Reino Unido y era el doble de la de España, a finales de los setenta
El sistema político respondía a un sistema electoral puramente proporcional y multipartidista
Figuras como Berlinguer dieron paso al Eurocomunismo
Conquistó al mundo por su potente industria (electrodomésticos, maquinaria pesada, automóviles) y por la moda, fundamentalmente
Floreció el cine durante veinte años como en ningún otro país europeo
Fue para los españoles un ejemplo de democracia y de libertad


A H O R A:

· Ha renacido la extrema derecha, y aún más, dentro de la derecha (que gobernó hasta hace un año) se encuentra el partido heredero del fascismo
· España está a punto de pasarla (ocurrirá si sigue la tendencia, en 2008) en “Renta per Capita”
· El sistema político responde a un sistema mayoritario y bipartidista
· Figuras como Berlusconi denigran y ridiculizan a su pueblo
· Su industria está en crisis y la moda ha sido superada en muchos mercados por la de otros países
· Hace un cine de autor minoritario, localista y sin repercusión internacional
· Es para los europeos un ejemplo de vergüenza ajena

Todo esto, en gran parte, lo ha conseguido la corrupción y el populismo (como se ve también imperante en la Europa desarrollada) de personajes como Berlusconi. Este ínclito comediante ha hecho de Italia su empresa particular durante sus dos mandatos. Hoy en la oposición, este showman está acabado políticamente, con crisis matrimonial (debido a sus escarceos, propios de un Casanova –viejo verde— de pacotilla que cree tener un cortijo con harén propio) pero, sin embargo, lleno los bolsillo y sin poder ser juzgado debido a las leyes que promulgó, siendo presidente, en su favor.

Sólo queda esperar que el actual gobierno de centro-izquierda sea capaz de sacar adelante a este país de su profunda crisis económica y social. Seguramente el daño hecho por ese “cavalliere” ha dejado secuelas difícilmente superables a corto plazo, pero el hecho de que no esté gobernando ya es una luz en la noche italiana.
Salud y República

4 comentarios:

Daniel Isaac dijo...

...Lo de Berlusconi es aberrante...
No olvidemos que es uno de los amiguisimos de Aznar...
La pregunta es, quién le pegó a quién tanta soberbia y tanta estupidez?
O es que se retroalimentaban?
...
...

AF dijo...

Rafa:

Escribo en este post precisamente poque no estoy de acuerdo con todo lo que dices. En otros post tuyos me siento excesivamente confortable...

A lo que iba: comprendo los valores positivos de Berlinguer y del eurocomunismo (permitió romper lazos con una URSS crecientemente infumable en aquellos momentos), pero no dejo de ver también lo que esa teoría tuvo de aplanamiento de la capacidad crítica hacia el modelo de Estado imperante en la Europa occidental de la época.

Particularmente, y sin dejar de citar de todas formas a Berlinguer, yo añadiría fenómenos relativamente lejanos el uno del otro, y en el caso de uno de ellos, bastante controvertidos, pero no por ello menos interesantes: Antonio Gramsci y Toni Negri.

Igualmente creo que fue fecunda la actividad de grupos minoritarios, pero con amplia influencia intelectual y militante, como Democrazia Proletaria. Este grupo, en concreto, ha demostrado una vitalidad que quizás en su día podía no ser claramente apreciable. Hoy, sus herederos forman parte de la izquierda parlamentaria probablemente más comprometida en Italia, sin por ello haber caído en una actitud cerrilmente sectaria.

En fin, no quería dejar de aportar un punto de vista diferente, aunque respetuoso con el tuyo.

Anónimo dijo...

Rafa,

Coincido con tu visión, en enero pasé unos días en Italia y laimpresión que me llevé fué de que se habían quedado anclados en los 80.

RGAlmazán dijo...

Antonio, de acuerdo con la aportación de Democrazia Proletaria y desde luego con la aportación de Gramsci. Lo que no veo que sea sino complementario de lo que digo. Seguramente mi comentario está simplificado pues lo que quería denunciar es el cambio a peor de la sociedad italiana, impulsado por el populismo y la ineficacia y corrupción de algunos partidos clásicos, como el socialista y la democracia cristiana.

Lo que no deja de ser lamentable es el resultado.

Por cierto, encantado de que haya debate y contraste de pareceres.

Salud y Rpública