Maltratados de lujo

Hombres "infelices", incapaces de soportar el ostracismo desde el banquillo. Firmadores de autógrafos con rebaba. Sonrientes fingidores en momentos estelares. Niños sobrevalorados y mimados. Gente con sueldos multimillonarios. Trabajadores privilegiados. A estos chicos me refiero.



¿Qué pasaría si sus dotes naturales no les hubiera dado para tanto, como ocurre con casi todos los mortales? ¿Dónde estarían ahora y en qué trabajarían? ¿Serían más felices? ¿Imaginamos a cualquiera de ellos de albañil, fontanero o empleado de banca?


Quién tiene la culpa de que Ronaldo, Eto'o, Riquelme o Robinho no sean felices? Sus malcriadores, ni más ni menos. Todos aquellos que les hinchan de pasta y gloria y les pelotean cuando cumplen con su trabajo, por cierto, nada mal pagado.


Con los problemas que hay, es lamentable tener que ver a estos personajilos llorando o gritando o solicitando constantemente esa necesidad de ego que tienen.

Que nos dejen en paz y que se compren un psiquiatra o que se vayan a hacer una cura trabajando de cajeros en unos grandes almacenes.

Salud y República